jueves, 2 de diciembre de 2010

3,33 periódico

Te expulso y muero, busco vacío en mí, pero tu naturaleza metastásica echa raíces y ramas y ahí estás de nuevo. Intento, intento, intento. Te reproducís. Se fotocopian tus cánceres adentro mio. Fracaso.

Te escribo para matarte, te escribo para morirme. Es en vano, fracaso, seguís creciendo.

Es agotador este asesinato que no termina de perpetrarse. Fracaso. Cada letra una puñalada, cada puñalada una muerte inconclusa que germina en parásitos, larvas, copulan, me habitan, son millones, me pueblan, son pueblo en mis órganos, son colonias en mi garganta, son mugre en mis víceras. Una agonía ligera que se ríe como hiena. Risa que retumba en mi cráneo y se transforma en alfileres que me pinchan el cerebro.

Escribo para matarte y morir y no muero y vivís. Te regenerás. Fracaso. Intento, pero fracaso.

Mi garganta llora aire. Mis ojos no tienen lágrimas.

(y sigue hacia el infinito)


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