martes, 14 de abril de 2009

La resistencia del cuerpo

Dolor. La garganta se incendia, el estómago se retuerce, "una vuelta más", dice, "para probar que realmente estás viva. ¿Duele? entonces estás viva, pero ¿estás segura que dolió suficiente?" y ahí va de nuevo, el cuerpo contra uno, ¿o es uno contra el cuerpo? ¿Y quién es uno?, ¿uno es la mente? Manía occidental la de separar el cuerpo de la mente.

Y entonces llega la noche y la conciencia se hace puñal y nos acribilla contra la cama y nos muestra un océano negro frente a nosotros, es azul, pero lo vemos negro, porque se confunde con la oscuridad cerrada del cielo.

Y hoy las estrellas no salieron. Y hoy una nube tapó a la luna. No hay luz... Solo vos, la noche, ese mar que hay que atravesar.... Del otro lado brilla el sol, del otro lado hay mañana, es una certeza que tenemos, pero qué importa, si en esta costa recién ha anochecido.

La vigilia es la respuesta obvia, el imsomnio la salida fácil, el temor al sueño es más grande, la angustia que traerá encerrada la liberación de nuestro inconsciente, una carga demasiado pesada para el alma, pero el cuerpo, el cuerpo resistirá, un poco más, un poco más.

Otra noche sin dormir.

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