martes, 21 de julio de 2009

Expertos en intoxicación visual

Quizá cuando menos lo esperaba, cuando mi día en Guadalajara estaba terminando, apareció. Pensé que no tendría historia, pero me equivocaba.

Sentada en la sala de espera de la puerta de embarque, observando la habilidad con que una mujer, ubicada en el asiento frente a mí, manejaba un espejo de mano y se pintaba la cara (yo nunca pude hacerlo), levanté la vista y vi ese ventanal pintado con una frase que bien podía haber estado en la pared de una iglesia evangelista o en la tapa de un libro de autoayuda: 'vivir es increíble' decía.

Yo sé que vivir es increíble, lo que no entiendo es la necesidad de pintarlo en la ventana de un aeropuerto moderno y además adornarlo con gaviotas y un sol.

La respuesta, sin embargo, llegaría más tarde y de la manera menos pensada.

En el momento, no pude menos que arriesgar algunas hipótesis para este interrogante:

- El índice de accidentes aéreos para aquellos vuelos que parten de Guadalajara es elevado (chequearé esta información luego, si es que llego a destino) y entonces necesitan recordarte, antes de embarcar, lo increíble que es vivir.

- La gente en Guadalajara es triste.

- El aeropuerto fue desarrollado por un grupo evangelista o algún gurú de la auto-ayuda.

- El director del aeropuerto tiene mal gusto.

- Aplicando políticas de responsabilidad social corporativa o participación ciudadana, invitaron a los chiquitos de una escuela a decorar ese ventanal.

- Remodelaron el aeropuerto y le dejaron el detalle, reflejo de cierta cursilería latinoamericana de los años ochenta.

- Ninguna de las anteriores o todas juntas.

Habiendo enumerado las opciones que se me ocurrieron, decidí pararme para sacarle una foto e ilustrar esta entrada para mi blog, sin embargo, muy respetuosamente un oficial me comentó que no podía tomar fotos, ni videos en el aeropuerto.

Frustrada regresé a mi asiento, pero el hombre sentado detrás mío, me recomendó involuntariamente, con cada uno de sus bostezos orgásmicos, que me levantara y siguiera caminando.

Como el vuelo se había retrasado, mi caminata, en busca de respuestas, entre las salas de embarque, se prolongó lo suficiente.

Interrogué a varias personas, trabajadores en ese aeropuerto, para que me comentaran sobre la pintura, la frase escrita en esa ventana, nadie sabía nada.

Desilusionada, paré en un negocio de libros y compré una revista Foreign Affairs para entretenerme, y cuando estaba pagando el vendedor me dijo: 'página 24' y luego desapareció detrás de una puerta del local.

En la página 24 había una hoja escrita a mano que decía, baño de mujeres, tercer compartimento, en 5 minutos. Hacia allí me dirigí.

El baño estaba vacío, y lo mismo el tercer compartimento, entré, cerré la puerta, y tan pronto como puse la traba, alguien deslizó un sobre por debajo. En el interior había un folleto, hecho con fotocopias. La tapa decía, 'Congratulaciones usted ha sido intoxicado visualmente', lo firmaban: Ejército de mexicanos de este y aquel lado del Río Grande.

Adentro del ejemplar había antídotos para desintoxicarse y recetas para convertirse en intoxicador. Podría comentar el contenido en detalle, pero acaban de anunciar que debo embarcar.

Quizá en otra oportunidad, quizá desde otro aeropuerto.




1 comentario:

Juan Valdez dijo...

Me encantó este post. La gente no es triste en Guadalajara, ni los accidentes aéreos son frecuentes desde ese destino te lo puedo asegurar. Como también te puedo asegurar que la gente de Guadalajara no necesita que una marca venga a recordarle que "vivir es increíble", porque los tapatíos han hecho de su lugar, desde hace muchísimos años, un lugar "increíble para vivir".

Me pasó lo mismo hace 3 meses que me topé con una leyenda similar que rezaba "Estás aquí para ser feliz"... lo que me avergonzó es que en ese momento pensé que tuvo que venir una publicidad a recordármelo, cuando hace algunos años juré no volver a olvidarlo.

Cógito ergo sum.