lunes, 29 de marzo de 2010

Reversible

Por alguna extraña razón, no sé si hayan sido los efectos de la cárcel, de alguna gripe estacional que aún no fue clasificada por la ciencia, ni decretada pandemia, mi cuerpo se ha convertido en reversible.

Mis órganos quedaron afuera, mi piel adentro.

Aún no tengo memorias de cómo pasó. Llegarán, siempre llegan, lamentablemente no lo hacen a tiempo, por eso terminan distorcionándose, pero llegan, al final llegan; entonces, recién entonces, contaré el proceso de transformación, mientras tanto solo puedo transmitir el ahora.

Organos afuera, piel adentro. Descripción de está realidad que excluye, por propia voluntad, todo sentimiento.

¿Llegarán? Probablemente, junto con las memorias.

No hay comentarios.: