martes, 20 de octubre de 2009

Densidad

El pasto ha crecido en el bosque, yo sigo acostada, una densa capa de musgo, plantas verdes, otras no tanto, hiedras, flores salvajes, ramas y rocío, sobre todo rocío, me cubren.

Nunca hubiera creído en la espesura del rocío, su consistencia me ahoga. Muero y no me siento morir. Agonizo y disfruto la agonía.

Pensé que estaba encerrada en el bosque. Pensé que de acá no podría salir.

Me doy cuenta, recién ahora, que hay otros claustros dentro de mi propio cautiverio.

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